El presidente Alberto Fernández anunció hoy que a partir de mañana se iniciará una nueva etapa de cuarentena, con diferencias entre la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires, pero con el objetivo de volver «a la vida habitual en este nuevo mundo», pese a que la «batalla» contra el coronavirus no está «ganada».

«Entre el 18 de julio y el 2 de agosto vamos a ir volviendo a la vida habitual en este nuevo mundo que nos exige cosas diferentes», afirmó Fernández en la Quinta de Olivos, acompañado de forma presencial por Axel Kicillof y Horacio Rodríguez Larreta, y por videoconferencia con Arabela Carreras (Río Negro), Gerardo Morales (Jujuy) y Jorge Capitanich (Chaco).
Más allá de las flexibilizaciones, el jefe de Estado enfatizó que la pandemia está «lejos» de quedar «superada», y reiteró que el «riesgo está latente» en todo el país y no solo en el área metropolitana de Buenos Aires.
«El riesgo está todavía latente y no es que el riesgo está concentrado solo en el AMBA. El 97% de los contagios ocurre en el área metropolitana, pero el tránsito hace que circule el virus y que las posibilidades de contagio sean en cualquier lugar del país», destacó Fernández.
Por esa razón, el jefe de Estado hizo un llamado a la responsabilidad social y sostuvo que el «esfuerzo» realizado durante el aislamiento obligatorio «tuvo sentido» y permitió que la Argentina se colocara «entre los países con menos muertos» del mundo.
Asimismo, Alberto Fernández rechazó las las críticas de sectores internos del Frente de Todos y aseguró que no dejará de «dialogar» con ningún espacio porque eso va en contra de su «naturaleza».
«Si alguien pretende que yo deje de dialogar, eso va a ser imposible porque está en mi naturaleza», enfatizó el jefe de Estado en conferencia de prensa en la Quinta de Olivos, tras anunciar la nueva fase del aislamiento obligatorio hasta el próximo 2 de agosto.
Luego de varios días de un denominado «fuego amigo», que cuestionó sus encuentros con empresarios y con referentes de Juntos por el Cambio, el Presidente dijo que en el Frente de Todos hay matices y que eso lo hace «feliz». «Para mí, el diálogo es un camino en el que nunca voy a ceder. Siempre me acusaron de dialoguista y me encanta que lo hagan», resaltó el mandatario nacional.
Recordó, al respecto, una conversación con el ex presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva, y señaló que un mandatario debe ser como un «director de orquesta», que «no puede tocar sin dialogar con el que toca el clarinete, el oboe o el piano».
«Lo que sí sé es a qué fuerza represento, y se quién me votó», enfatizó el Presidente.