El Producto Bruto Interno (PBI) tuvo ese derrumbe con relación al mismo período de 2019, según informó el INDEC. Por su parte, la tasa de desocupación marcó un avance de tres décimas respecto al primer trimestre del año pasado, cuando se había ubicado en 10,1%.

Los datos del primer trimestre reflejan que, si bien aún la pandemia de coronavirus no impactaba a pleno en el nivel de actividad -la cuarentena se aplicó el 20 de marzo último-, la economía argentina ya arrastraba fuertes problemas.
De hecho, la producción de bienes y servicios registró una caída del 1,6% entre enero y marzo, en comparación con el trimestre anterior. Por su parte, la inversión experimentó en el primer trimestre una disminución de 18,3% respecto del mismo período del año anterior, por las bajas del 24,5% en el sector de construcciones, del 17,3% de otras construcciones, 13% en maquinaria y equipo y 12,9% en equipo de transporte.
Los sectores que más impactaron en el indicador fueron la caída de la actividad pesquera del 20,4%, la construcción con un 20,8% y la actividad del comercio mayorista y minorista que por la baja del consumo se contrajo un 10,2%.
En otro orden, el impacto de la pandemia sobre el empleo aún no se habría reflejado en esta estadística, ya que la cuarentena fue impuesta sobre el final del período, el 20 de marzo último. En el mismo ciclo de 2019 la tasa de desempleo había arrojado 10,1%. En cambio, ese indicador clave sí creció con relación al último trimestre del año anterior, cuando había arrojado 8,9%.
«Estas tasas no presentaron variaciones estadísticamente significativas», explicó el organismo en un comunicado. Según el INDEC las personas afectadas por la desocupación en los 31 distritos relevados llega a 1.394.000, mientras que los subocupados son 1.569.000.