La Asociación Trabajadores del Estado (ATE) realizó este miércoles un paro nacional y una movilización al Congreso Nacional en rechazo a «la reducción del personal» del sector que, según denunció la conducción del gremio, está previsto en el proyecto de ley oficial de Presupuesto 2018. También hubo marchas en otros puntos del país. En el contexto de una conferencia de prensa convocada el martes por ATE y otras organizaciones sindicales y sociales, los dirigentes gremiales explicaron «los motivos» de la protesta. Al encuentro asistieron, además de Hugo Godoy -jefe nacional del gremio estatal-, el titular de la Asociación Agentes de Propaganda Médica (AAPM) y adjunto de la Central de los Trabajadores de la Argentina Autónoma (CTAA), Ricardo Peidro; la Federación Sindical de Profesionales de la Salud (Fesprosa) de Jorge Yabkowski; una de las dos entidades sindicales universitarias (Conadu Histórica) y la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y Barrios de Pie.
«El Gobierno nacional tiene que atender a los reclamos populares y no puede imponerse a un presupuesto que consagre el ajuste, y lo que seguramente será la imposición inmediatamente después a las elecciones de un tarifazo», explicó el delegado general de ATE en el Ministerio de Trabajo, Hernán Izurieta.
Para el sindicalista, el presupuesto que el Gobierno presentó para 2018 «no contempla mejoras para prestaciones sociales ni para los salarios estatales», pero sí más tarifazos y ajustes de personal. Los trabajadores se concentraron y cortaron parcialmente desde las 12 del mediodía la intersección que forma la Avenida de Mayo y la 9 de julio, desde donde marcharon hacia el Congreso de la Nación para hacer oís sus reclamos.
Desde ATE sostuvieron que sus reclamos «trascienden a las agendas electorales» y no buscan protagonismo previo a la campaña, pues sus peticiones hace tiempo que están desatendidas. La institución gremial señala que su objetivo es únicamente «que se termine con la precarización laboral, que los trabajadores puedan lograr el acceso a la plantilla permanente y la estabilidad en el empleo». «Las urgencias están planteadas por la falta de respuestas estatales a esas reivindicaciones en la discusión del presupuesto en el Congreso nacional», agregó Izurieta. Piden soluciones a una destacada precarización laboral y a un poder adquisitivo que viene muy mermado en los últimos tiempos.
«Los trabajadores estatales tenemos salarios que se ubican en buena parte por debajo de la línea de la pobreza (…). Los grandes salarios son para los funcionarios, los secretarios, subsecretarios, subdirectores, etc. pero no para el trabajador medio», agregó el delegado general de ATE en el Ministerio de Trabajo. Este paro se suma al que ya realizaron en el mes de abril para reclamar mejoras salariales después de un año con una inflación que situaban en más de un 40 % y un aumento salarial de solo un 31 %. Los empleados estatales fueron uno de los primeros gremios en enfrentarse a los planes del Gobierno desde la asunción presidencial (diciembre 2015), cuando el Estado revisó la plantilla de funcionarios, engordada, según el gobierno macrista, durante el kirchnerismo (2003-2015). En este sentido, en 2016 protagonizaron hasta siete paros generales contra las políticas del Gobierno.