La primera inmigración fuerte se produjo a comienzos del siglo XX y, como la historia se repite de manera cíclica, esta centuria se verifica un fenómeno similar.
Ciudadanos de diferentes nacionalidades conviven cada vez en mayor número con los argentinos en calles, avenidas y plazas de Buenos Aires y otras urbes, como producto de la creciente inmigración, algo que se nota a simple vista en espacios públicos.
Los datos del ministerio del Interior, indican que en las últimas décadas se afianzó la inmigración hacia el país, principalmente procedentes desde otros puntos de América del Sur, pero también desde los cuatro continentes.
La colectividad más amplia, de acuerdo con números oficiales, es la paraguaya, seguida por la boliviana, aunque especialmente en los últimos cuatro años llegaron venezolanos.
Los números más actualizados hablan de casi 2.200.000 extranjeros en el país, que representan el 4,9% de la población nacional, según las estimaciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para el año 2017.
Después de la paraguaya, la boliviana es la segunda colectividad más grande de la Argentina.
Según el Censo Nacional de 2010, en el país habitaban más de 345.000 bolivianos, un 19% del total de extranjeros que viven en la Argentina.
