El sindicato que lidera Omar Maturano aceptó la medida dispuesta por el Ministerio de Trabajo. De este modo, cesó la medida de fuerza que había afectado el servicio de trenes durante las primeras horas de la mañana.
Maturano, secretario general del gremio ferroviario La Fraternidad, había dicho horas antes que el sector laboral no acataría la orden de conciliación e instó al Gobierno de Alberto Fernández a resolverle al sindicato el reclamo expresado.
«Si nos aplican la conciliación obligatoria es una falta de respeto», había considerado Maturano en declaraciones a radio FM Rock & Pop 95.9 y ratificó el reclamo. El gremio ferroviario le reclama desde mayo a la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) una deuda de 140 millones de pesos con la obra social.
El ministro de Trabajo, Claudio Moroni, emitió a las 8:00 la Resolución 2020-1620, con la que encuadró el conflicto en el marco de la Ley N° 14.786, a partir de las 08:15 del martes 22 de diciembre. Moroni ordenó que se de por iniciado un período de conciliación obligatoria por el término de 15 días, pero a las 8:42 el jefe sindical de los conductores de trenes contestó que no contemplaban acatar la medida.
En el artículo tercero, Moroni intima a la asociación sindical y a los trabajadores representados a dejar sin efecto durante 15 días toda medida de acción directa que estuviesen implementando o tuvieran previsto implementar, prestando servicios de manera normal y habitual.
Asimismo, Moroni intimó a las empresas que brindan los servicios de transporte de trenes a abstenerse de tomar represalias de cualquier tipo con el personal representado por la organización sindical o con cualquier otra persona en relación a este conflicto.
Las dos intimaciones se formularon bajo apercibimiento de aplicar las sanciones contempladas en la Ley 25.212, de acuerdo a sus previsiones en cuanto a la tipificación de figuras punibles, criterios de graduación de las sanciones a imponer y aplicación solidaria a todos los representantes que les cupiera, dijo Trabajo.
El paro de trenes, que afectaba a unas 500.000 usuarios, fue anunciado en la noche del 16 de diciembre y el Gobierno dispuso la organización de un esquema alternativo de colectivos para intentar suplir parte del servicio ferroviario.
Maturano dijo en Radio Rivadavia que ayer por la tarde recibió la llamada de un funcionario de la Superintendencia de Servicios de Salud que le pedía analizar punto por punto la deuda reclamada y advirtió que él, en representación del gremio, se negó a hacerlo.
«Ayer a las cuatro de la tarde me llamó y quería puntear la deuda. Le dije, bueno: levantate a las cinco de la mañana y empezá a puntear la deuda vos. ¿Qué querés que haga? A mí no me debés tanto. Se la debés al sindicato», dijo Maturano.
Maturano se quejó porque la obra social ferroviaria está registrando déficit cuando fue superavitaria en los años 2016, 2017, 2018 y 2019, años en los que claramente no hubo pandemia ni confinamiento. «Teníamos una obra social con superávit. Ahora nos encontramos con una obra social en situación de poder presentar quiebra», concluyó el gremialista.