El Presidente admitió que el país atraviesa una situación «difícil» y consideró que aún no se llegó al final de la pandemia de coronavirus. «Necesitamos de empresarios y trabajadores que se animen a producir sabiendo el contexto en el que trabajan, con cuidados para que los contagios no aumenten», dijo.
Alberto Fernández formuló estas declaraciones en la planta de rodados del Grupo SIMPA, en la localidad bonaerense de Campana, durante el lanzamiento de la línea argentina de producción de motocicletas de Royal Enfield.
La fabricación implicará una inversión de 700 millones de pesos y generará 100 nuevos puestos de trabajo, por lo que el Presidente consideró «casi una proeza» realizar estos anuncios «en medio de la pandemia».
En ese contexto, el jefe de Estado lanzó un programa de compras de motocicletas de fabricación nacional en 48 cuotas fijas otorgadas por el Banco Nacional, cuyo interés será de entre 30 y 40% anual.
«El tiempo reclama de este tipo de coraje, de confianza. No es un tiempo fácil. Y es todo un aprendizaje, que nos obliga a luchar contra lo desconocido», resaltó el jefe de Estado. «Veo con mucha tranquilidad que hemos podido volver a trabajar en muchas fábricas y que el protocolo se respeta y se hace cumplir», indicó el mandatario nacional.
Alberto Fernández se mostró junto al gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof; el intendente de Campana, Sebastián Abella; el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas; y el presidente del Banco Nación, Eduardo Hecker.
«La vida cotidiana nos obliga a volver al contacto con el otro para poder trabajar. Tratemos de que sean para eso y dejar para más adelante los que sean para pasarla bien», manifestó el jefe de Estado.
También estuvieron presentes el director de la división Rodados del Grupo SIMPA, Martín Schwartz; el embajador de la República de la India en Argentina, Dinesh Bhatia, y Abel Furlán, Secretario de Organización de la Unión Obrera Metalúrgica, UOM.