Su apoyo al jefe del bloque del Frente de Todos en Diputados reavivó la interna en el distrito más grande del país. Varios intendentes no quieren ceder en la tradición de que el titular del PJ bonaerense sea uno de ellos.
El jefe de Estado minimizó las tensiones y brindó un mensaje de unidad, pero con un guiño explícito a las aspiraciones del hijo de la vicepresidenta Cristina Kirchner. «Todos debemos hacer un esfuerzo y debemos estar juntos. Máximo, a quien yo quiero mucho, es un hombre preparado, un gran dirigente, con capacidad de diálogo. Tiene todas las virtudes para ocupar un cargo de esa naturaleza», subrayó en declaraciones a Radio 10.
En otra señal que podría interpretarse como un respaldo a Máximo Kirchner, el jefe de Estado consideró que «el peronismo necesita abrirse, hacer un debate e incorporar nuevos elementos». «Es absolutamente razonable factible y hasta sería conveniente. Ahora los diarios muestran un debate y una pelea que no existe», se quejó sobre las versiones que hablan de una pelea feroz por la conducción del PJ bonaerense.
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En ese sentido, agregó que «no hay tales problemas» y atribuyó los rumores a «comentarios periodísticos». «Hay más comentarios periodísticos que problemas reales. Como en todos lados, no todos compartimos la misma visión. Eso es razonable, respetable y saludable», señaló.
A su criterio, «lo que uno ve como debates o choques internos es el intercambio de posiciones que es natural en cualquier proyecto político». «Algo que nunca sucede en los partidos políticos es la idea del discurso único, del único tratamiento, porque todas esas cosas en verdad conducen a que finalmente uno termina frustrando el debate y, con eso, la política», explicó.