El gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, avanza a paso firme en un acuerdo con el kirchnerismo para sellar la unidad para las próximas elecciones a gobernador, y no poner en riesgo la hegemonía del peronismo al frente de la provincia, la cual gobierna desde el 2003.
Las conversaciones a esta altura están avanzadas, y si bien Cambiemos no tiene candidatos taquilleros para hacerle competencia al gobernador -que busca la reelección-, primó el criterio de no correr riesgos innecesarios.
«Es posible, se está hablando», señalaron a NA fuentes de la Gobernación entrerriana sobre el proceso de unidad, que también incluiría, como parte del acuerdo, que el ex gobernador Sergio Urribarri, alineado al kirchnerismo, se mantenga en la presidencia de la Cámara de Diputados provincial, y meses más tarde compita por una banca del Congreso nacional, ya sea como candidato a diputado o senador.
Este miércoles vencía el plazo legal para la inscripción de alianzas electorales en Entre Ríos, y el kirchnerismo se debatía entre ir dentro del frente del PJ o registrar una coalición propia como reaseguro ante la eventualidad de una traición del gobernador en el armado de las listas.
Sin embargo, el clima era cordial entre las dos facciones del peronismo y todo parecía encaminado a la confluencia, proceso de continuará hasta el 23 de febrero, fecha en que se dará la última puntada a la unidad con la confección de las nóminas de diputados provinciales.
Bordet ya había anticipado el martes la posibilidad de acercar posiciones para un frente común con el kirchnerismo, al definirse a sí mismo como «un constructor de consensos», y de hecho ya había dado una muestra de compromiso en ese camino al pegar el faltazo a la cumbre del peronismo federal en Mar del Plata.
Desde el kirchnerismo aplaudieron ese gesto, que aceleró las negociaciones para que el diputado del Frente para la Victoria Julio Solanas decline su candidatura a gobernador de Unidad Ciudadana y no se convierta en un escollo para la reelección de Bordet.
