“Todos pueden seguir la corriente. Pocos, enfrentarla”.
El 18 de mayo de 1935, fue instituido por el Consejo Nacional de Educación, como el Día de la Escarapela. Pero la historia se remonta a principios de siglo XIX. El 18 de febrero de 1812, el Primer Triunvirato instituyó la Escarapela Nacional de las Provincias Unidas del Río de la Plata, blanca y azul celeste.
[show_more more=»»Ver mas»» less=»» Ver menos »»] Quisiera en este breve relato, mostrar un costado desconocido de la génesis de nuestra Escarapela Nacional, a través de uno de sus creadores, Domingo French.
Parecería que aludir a French y Beruti, es como mencionar a esos hermanos siameses que nacen juntos y ya ni la ciencia puede lograr separarlos.
Porque tanto Antonio Luis Beruti como Domingo French, tuvieron ¡y de qué manera!, personalidad propia.
A Domingo French, le ocurrió lo mismo que a algunos grandes escritores. Que muchos los mencionan, pero no todos los han leído, ni conocen su trayectoria. Tal sería el caso de nuestro querido Jorge Luis Borges.
Y a French, que no fue escritor, le ha sucedido en general, lo mismo. Se lo nombra, asociándolo con el hecho de ser con Beruti, el creador de la escarapela. Un símbolo. Pero fue mucho más que eso.
Nació dos años antes de la emancipación de los EE. UU., que fue en 1776, porque vio la luz en 1774.
Contaba 20 años, cuando Buenos Aires, que era, en aquel tiempo, la Capital del Virreynato del Río de la Plata, tenía sólo cuarenta mil habitantes. French, fue inicialmente cartero.
La población no era muy grande y de ella sólo un pequeño porcentaje sabía leer y escribir.
Entonces el trabajo era mínimo. Sólo hacía falta seriedad y corrección. Y lo designaron a French para el cargo, con lo que se constituyó en el primer cartero de la nueva Nación y el único en ese momento.
LLegó 1806 y con él las Invasiones Inglesas.
French, con 32 años, participó primero en la reconquista de la ciudad y luego de la defensa..
Lo designaron Teniente Primero del Escuadrón de Húsares y luego fue ascendido a Capitán y posteriormente a Teniente Coronel.
Con los sucesos de 1810, participó en las reuniones secretas previas al Cabildo Emancipador.
En Mayo, junto con Beruti, acaudilló a jóvenes que se denominaron “Chisperos”. Los instruyó para que presionasen a los cabildantes y se animaran a separarse del gobierno de España, dominada en ese momento por Napoleón Bonaparte, a través su hermano.
Fue así cuando acaeció el histórico reparto de cintas de colores (celeste y blanca), similares a los que empleaban los del Regimiento Patricios, para identificar a quienes se adherían a la Revolución que se veía venir.
Ya instalada la Primera Junta, ascendieron a French a Coronel y debió partir a Córdoba, con una penosa misión.
Le tocó encabezar el pelotón de fusilamiento que ejecutaría, en Cabeza de Tigre, a 5 conjurados, entre ellos quien había sido su jefe en la Reconquista de Buenos Aires: Santiago de Liniers, por el que sentía un gran respeto y aprecio personal.
Media hora antes de la ejecución, French se acercó a la celda de Liniers y sólo atinó a decirle:
-¡Perdón!, y las lágrimas le impidieron pronunciar alguna palabra más.
La escarapela fue un símbolo de unión que perdura hasta hoy.
El 18 de febrero de 1812, el Triunvirato declaró a la escarapela azul y blanca símbolo patrio oficial, a pedido de Belgrano; que desde Rosario reclamaba un distintivo para sus tropas.
Después, circunstancias políticas, hicieron que Pueyrredón lo desterrase a French por dos años, a los EE.UU.
El mismo Pueyrredón, lo indultó posteriormente y fue ascendido a General.
A los 45 años, abandonó el servicio activo e incursionó en la política.
Moriría 6 años después, a los 51 años, un 4 de febrero de 1825.
Hoy, su nombre es recordado en calles de numerosas ciudades argentinas, incluso en la Capital Federal, en el Barrio Norte.
También se denomina Domingo French, a una estación ferroviaria y a una localidad del Partido de 9 de Julio en la Provincia de Buenos Aires.
Ya en pleno siglo XX, una resolución del Consejo Nacional de Educación de 1935 –un poco demorada diría- instituyó el 18 de mayo de cada año, como Día de la Escarapela Nacional.
Justa reparación y homenaje, a un hombre que sobrepasó su propia sombra. Que quizá creyó que estaba predicando en el desierto. Pero aún así, siguió predicando…
Y un aforismo final para Domingo French.
“Los elegidos no sólo mostraron la realidad. También ayudaron, a modificarla». [/show_more]