Por José Narosky
Por celebrarse el Día del Niño, quisiera regalar aforismos en homenaje a todos los niños de hoy y a todos los niños que alguna vez lo fuimos.
Antes de los aforismos quisiera hacer una distinción entre juegos y juguetes. El juego es la actividad que se realiza generalmente para divertirse o entretenerse, y en la que se ejercita alguna capacidad o destreza. Tanto en niños, como en adultos, generó desde sus orígenes un motivo para reunirse.
Jugar también puede entenderse como la actividad recreativa física o mental en la que compiten dos o más personas respetando unas reglas. Por eso, recordemos que los niños son como páginas en blanco. Por ende debemos escribirlas con guantes.
Los juguetes, en cambio, son objetos que sirven para que los niños jueguen y desarrollen una actividad de entretenimiento. Cuando yo era un niño, el juego se desarrollaba principalmente en las veredas y las plazas, en el barrio. La rayuela para las niñas, la escondida, la mancha en todas sus versiones, el rango, la pelota de fútbol y los paseos en bicicleta, eran los que dominaban nuestra cotidianeidad.
Los juguetes eran: la bolita, que permitía diferentes versiones de juego como el Opi, o la Troya. Los autitos de plástico, los soldaditos. Las muñecas y mini cocinas eran los juguetes preferidos de las nenas. El ajedrez, los dados y el dominó reinaban en el mundo del juego de los adultos, junto a los juegos de cartas como el Truco, la Escoba, el Chinchón y el Tute cabrero.
Y ahora, los aforismos sobre los niños:
Niño que aprende a respetar, esta aprendiendo a entender.
Una infancia triste es irreversible. Pero una infancia feliz, también.
Algunos hijos se transforman de arcillla en roca.
Dar cariño a un niño ya es una manera de enseñarle.
Los adultos tenemos mucho que aprender de los niños.
Hay niños huérfanos, cuyos padres viven.
Hablamos mucho de los niños y poco con los niños.
Un niño triste es la mejor definición de la tristeza.
El niño aventaja al adulto en la fugacidad de su dolor.
La alegría del niño es más plena porque tiene menos cicatrices.
