La crisis económica y la estampida del dólar paralizaron la compra y venta de campos destinados a la producción agropecuaria y provocaron una caída del 25% en los primeros dos meses del año, según informó el Colegio de Martilleros y Corredores Públicos de la provincia de Buenos Aires.
El presidente de la entidad, Juan Carlos Donsanto, señaló que «lo que ocurre en el campo, aunque en menor escala, replica lo que sucede en casi todo el país en nuestro sector».
«En un contexto de fortísima recesión y disparada del dólar, las operaciones de compra y venta de inmuebles se están frenando y casi paralizando de un modo alarmante empujando a una crisis a nuestra actividad», agregó Donsanto.
Advirtió que el año pasado «hubo muy pocas ventas de campos y el resto del año se paró todo. En este 2019 todavía no se acordó ninguna operación».
Según un informe, en el sector existe una caída de la actividad de hasta el 25 por ciento en los primeros meses de este año por el impacto desalentador que tuvo la tensión cambiaria de las últimas semanas.
«La inestabilidad del dólar paró muchas operaciones de compra venta de campos. Hay operaciones que comenzaron a negociarse con un dólar más bajo y hoy ya está casi al doble o un 70 por ciento más», explican los martilleros en el estudio.
Agregan que «los potenciales compradores prefieren disponer del capital que tienen para obtener ganancias rápidas en los instrumentos financieros puestos a disposición de los inversores para contener al dólar y con rentabilidades que llegan casi al 70 por ciento anual».
Para los martilleros, si bien el de los campos destinados a producción agropecuaria tiene sus particularidades dentro del sector inmobiliario, hoy está dominado por jugadores con capital de peso y en ese contexto «la inestabilidad los desalienta o los llama a la cautela».
«Para llegar a los valores que está marcando el dólar, hay que vender muchos más novillos o mucho más cereal», advierten desde la entidad e incluso en sectores con rentas importante y con un fuerte incentivo para hacer un desembolso para la adquisición de propiedades, el contexto económico desacelera la actividad.