Los trabajadores de Lácteos Vidal hemos sido por años sistemáticamente violentados y ultrajados en nuestra dignidad como trabajadores, pero también como personas.
Se nos ha perseguido, no se nos ha pagado lo que correspondía y cuando reclamamos se nos amenazó.
En nuestro afán de tratar de evitar cualquier tipo de conflicto por años buscamos dialogar. Como contrapartida recibimos amenazas y humillaciones. Nunca nos quisieron escuchar.
Cansados de ser durante tanto tiempo violentados nuestros derechos laborales recurrimos a una legal retención de tareas con el objeto de ver si en el marco de disposiciones ministeriales y/o jurídicas pudiésemos lograr ser escuchados. Nada de eso sucedió.
Fue peor. Comenzaron a inventarnos cosas que fueron propaladas a través de distintos medios: que bloqueabamos la fàbrica, que amenazábamos, que éramos violentos, etc, etc.
Todo el pueblo de Moctezuma sabe que eso es absolutamente falso. Los habitantes del pueblo saben quiénes somos nosotros y saben quiénes son y cómo actúan los dueños de Lácteos Vidal.
Ha sido tan burdo todo que incluso la justicia misma ha podido constatar que nosotros no bloqueamos, no amenazamos ni somos delincuentes. Solo somos un puñado de trabajadores que desde hace años venimos reclamando lo que nos corresponde. No pretendemos absolutamente nada por encima de lo que establece la ley.
Ahora han salido a intimidar desde algunas entidades y a través de comunicado y comunicadores a los jueces para que no actúen conforme a derecho, sino que lo hagan «conforme al poder económico».
Los dueños dicen que el fallo judicial los obliga a fundirse. No señor, el revés judicial los obliga a cumplir con la ley, algo a lo que no están acostumbrados.
Desde la desdibujada y muy poco representativa cámara empresaria llamada APYMEL se le pide a la justicia -¿a la justicia? -que no ponga en riesgo la continuidad de la empresa
No sabemos cómo esta Camara, que fue ninguneada por Lácteo Vidal en favor de un sector del poder político ahora sale a pedir que no se respete la ley. Seguramente ahora también le habrán mandado a decir eso.
Si no ¿Cómo le explicarían al resto de las lácteas que cumplen con la ley, a la inmensa mayoría, que ellos – interceden para que otras no cumplan?
Nosotros nos preguntamos, toda esta gente, la de las cámaras, los que escriben o hablan por medios de comunicación ¿Qué les dirán a sus familias, a sus hijos, respecto de que hacen lo que hacen para recibir la bendición del poder económico?
Es muy triste todo esto. Nuestras familias, nuestros hijos, estarán siempre orgullosos de nosotros, porque seremos humildes, si señor, pero no le besamos los pies a nadie