Córdoba, Mendoza, Santa Fe y Jujuy tienen esas unidades al tope, según advirtieron desde la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI). «A eso se suma una merma de médicos intensivistas», agregó la secretaria de la entidad.
Célica Irrazábal detalló que, antes de la pandemia, eran «1.800 intensivistas en todo el país» y que ahora son «muchos menos ya que algunos fallecieron por el mismo coronavirus» y no se puede incrementar el número porque se trata de una especialidad que requiere una formación profesional de cuatro años.
Irrazábal, médica de terapia intensiva del Hospital de Clínicas de la Ciudad de Buenos Aires, precisó que «hace mucho» que los profesionales del área son «pocos» y remarcó que, «cuando se da este síndrome de acorralamiento de camas, lo sufrimos siempre».
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«Aumentó entre cinco y seis veces la cantidad de camas pero no los intensivistas. En el Clínicas se multiplicó por siete la cantidad de camas, pero dado el aumento de contagios era un milagro tener una cama libre, aunque siempre pudimos dar respuesta a la demanda», destacó Irrazábal.
La secretaria de la SATI reiteró que «el nivel de contagios en el AMBA en los últimos dos meses es altísimo, lo que lleva a un nivel de estrés y agotamiento importante, ya que muchos de los médicos hacen guardia en varias instituciones y hay que buscar los reemplazos, mientras que otros se contagian y deben estar aislados».
Por último, Irrazábal destacó que, en el Clínicas, «el ánimo es bueno entre los médicos» pero indicó que saben que «no» tienen «mucho más margen para crecer en cantidad de camas y recursos humanos».